¿Os acordáis de Dylan y Yaima? Su historia continúa…
A pesar de la falta de información y preparación ante las necesidades del autismo por parte de la sociedad, estoy muy contenta porque mi hijo Dylan está integrado tanto en el pueblo, como en el colegio.
Esto ha sido, en gran parte, gracias a que comenté en el colegio la opción de hacer una actividad con el fin de sensibilizar y dar a conocer el porqué de las dificultades. Desde la asociación Autismo Palencia se ofreció esta posibilidad y fueron ellos quienes acudieron a la escuela para llevar a cabo una jornada de sensibilización tanto a los profesores, como a sus compañeros.
A raíz de esto, y del frecuente asesoramiento por parte de los especialistas, el profesorado ha cambiado su forma de actuar con Dylan, entendiendo sus necesidades desde la perspectiva de lo que le ocurre y no desde la visión de las llamadas de atención. Su día a día en el centro escolar está más estructurado, ante una situación que le desborda puede salir de clase a calmarse, los enunciados en los exámenes están más adaptados a él, por lo que le resultan más claros y sencillos, evitando así, la frustración y la conducta derrotista ante los mismos. Ahora, Dylan percibe el entorno escolar como un lugar más agradable, siente que sus compañeros le entienden mejor y ha creado lazos de amistad más estrechos e incluso a nivel académico las notas han mejorado.
Ahora que he visto los resultados del trabajo que se hace con Dylan, creo que es fundamental concienciarnos de la importancia que tiene sensibilizar al resto de la sociedad. Esto será más fácil con la colaboración de todos.
En este sentido, las asociaciones son de gran ayuda. En nuestro caso, gracias a la asociación conocemos los recursos disponibles que tenemos a nuestro alcance en la comunidad. Si no fuese por ellos, estaríamos completamente perdidos…
No obstante, la crisis sanitaria producida por el coronavirus, ha generado una situación muy complicada, que requiere atender nuevas necesidades para las personas con TEA que no todo el mundo comprende. Por ejemplo, desde el principio del confinamiento muchas familias y profesionales han luchado sin descanso por conseguir una normativa que permitiera a las personas con autismo poder salir a la calle a dar pequeños paseos terapéuticos. En algunos casos esto resulta imprescindible para evitar crisis, y gracias a que muchos medios de comunicación han insistido en ello, muchas personas ya comprenden esta excepcionalidad e incluso la defienden. Sin embargo, todavía sigue habiendo gente que demuestra poca sensibilidad o empatía ante ello.
Creo que en un futuro próximo surgirán otros problemas en relación al panorama que está dejando el COVID-19, como por ejemplo problemas a la hora de usar mascarillas o dificultades en la atención sanitaria, y la sociedad tendrá que estar mucho más sensibilizada para ajustar la situación a la realidad de las personas con TEA.
Este eje de acción transversal está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 3, 4, 5, 8, 10, 11, 16, 17, contribuyendo así a garantizar una mejor calidad de vida de las personas con TEA y sus familias.