Impulsar la formación especializada en TEA para todos los perfiles de profesionales sanitarios
No me cansaré de decirlo: formación, formación y formación es lo que necesita el personal sanitario en general. Algunos de estos profesionales necesitan dejar de ver “casos” para darse cuenta de que detrás hay personas.
Para ello, es importante potenciar un mayor conocimiento y concienciación sobre las características del autismo entre el personal del ámbito sanitario.
Para ello, es importante potenciar un mayor conocimiento y concienciación sobre las características del autismo entre el personal del ámbito sanitario.
Promover una atención integral a la salud de las personas con TEA
Además de tener un personal capacitado en TEA, que sepa atender a nuestros hijos y sus problemáticas de la forma más adecuada para sus necesidades específicas, la atención debe ser global y de calidad, contemplando tanto el área intelectual como física a lo largo de toda su vida.
Las personas con TEA también pueden ser cuidadores de otras personas enfermas y necesitan ajustes razonables para facilitar esta labor
El ámbito sanitario no está preparado para que las personas autistas podamos ser los que acompañemos a nuestros familiares enfermos. No existen protocolos que contemplen ajustes razonables para garantizar la mejor atención sanitaria en este proceso para todos los implicados. Por ejemplo, si vas con un niño autista a un centro sanitario, puedes encontrarte con adaptaciones que mejoren la asistencia sanitaria (lugares más apropiados para la espera, acortamiento de tiempos de estancia…) pero y ¿si el niño es neurotípico y la persona con autismo es la madre? Entonces, no existen protocolos, y el proceso a seguir es el habitual (el que atraviesan todos “los demás”) aunque claramente esto pueda causar en la persona con TEA un malestar emocional importante y otras dificultades…
Difundir buenas prácticas en la asistencia sanitaria a personas con TEA que también tengan en cuenta la situación de la familia y los acompañantes
La familia experimenta una gran angustia cuando su familiar con TEA tiene que afrontar procesos sanitarios que no están adaptados a sus necesidades y les genera un gran malestar. Por ejemplo: baños y otros espacios que no conservan su privacidad o poco adaptados a su condición… Se necesita un sistema de salud que garantice el acceso igualitario de este colectivo e implique una menor inestabilidad y sobrecarga emocional tanto para las personas con TEA como para sus familiares